*ADVERTENCIA*
La siguiente entrada contiene alto contenido EMOtivo, por lo que si prefiere evitar los lloriqueos de este bloggero, le recomendamos que deje de leer inmediatamente esta entrada. De igual manera, contiene información llena de chistes locales que hacen prácticamente imposible su lectura si no conoce de manera personal al autor.
Pues estamos en el último día del año, y si bien no celebro el 31 de diciembre como normalmente suele estereotiparse, creo que este año merece ser despedido de una manera… “Reflexiva”.
Nunca he entendido por que la gente utiliza el 31/1 de diciembre/enero para cambiar. No le hayo sentido a “Mis 12 deseos para el próximo año”, “mis propósitos de año nuevo” o “año nuevo, comienzo nuevo”. ¿Por qué específicamente 31/1 de enero/diciembre? ¿Qué tiene de malo el 18/19 de julio? ¿O el de agosto? ¿O el de septiembre? Cuando una persona tiene la convicción de “cambiar” o de mejorar ciertos aspectos de su vida, no tiene que esperarse toooooooooooodo un año para hacerlo. Cuando las personas tenemos el deseo de cambiar, podemos hacerlo cualquier día (bueno, podemos tener la convicción, que lo logremos es otro boleto), solo basta decidirlo. Sé que vivimos en una sociedad en la que el calendario gregoriano es el que se toma como oficial, pero el 31/1 de diciembre/enero no tiene nada de especial. ¿Por qué no tomamos el calendario chino? ¿O el hebreo? ¿O el hindú? Ningún día es especial para cambiar o tener metas y/o propósitos. Basta con que cada día nos levantemos con la decisión de cambiar (para bien o para mal) para lograr una diferencia…
Bueno, después de mi “sesuda” reflexión humanista auto realizadora, creo que pasaré a lo que realmente corresponde a esta entrada.
El año pasado (entiéndase 2006), fue un año bastante malo para mi… Un par de encuentros con la realidad, recordatorios de hacia dónde se dirige mi vida y la de mis allegados, y un par de pérdidas bastante significativas fue lo que definió el 2006. Y una vez más, pasé al 2007 sin muchas expectativas acerca del “año nuevo”. Pero es extrañamente lo que me pasó todo este año lo que me motivó a escribir esto.
Enero comenzó con un reencuentro. Después de un año de no ver a mi mejor amiga (Hola Mon), esta muchachona regreso de su autoexilio en el hemisferio sur… No fue sino hasta que se me fue, que me di cuenta de lo importante que es mi amiguita para mi (jaja cursi), por lo que al regresar, recuperé a una amiga que siempre me ha echado la mano, me ha escuchado cuando lo he necesitado, y me ha dado my buenos consejos, claro está, sin tomar en cuenta las largas horas de platica existencialista y de desmadre que hemos tenido… En enero recuperé a mi mejor amiga: Palomita.
Febrero fue bastante mediocre, no pasó realmente algo que fuera significativo o que valga la pena recordar… Tal vez sólo mi matrimonio con Cindy (pero esa es otra historia jaja) y que El Petate del Muerto vio la luz en este espacio. Mes sin importancia: Palomita.
Marzo fue bastante difícil. Ahí me desprendí de una persona con la cual llevaba clavado bastante tiempo. En este mes me di cuenta de donde estaba parado yo, donde estaba ella, y de que clase era nuestra relación… Más bien comencé a pensar eso, pero no fue sino hasta un par de meses que me calló el veinte. Darte cuenta cuando una persona no es para ti: Palomita.
Abril, fue un mes bastante ajetreado ya que tenía encima la entrega del artículo de investigación con el cual me titulaba, que si bien ya tenía una muy buena parte trabajada, tenía que aplicar 90 encuestas para finalizar el artículo. Todo ese mes estuve persiguiendo a personas que gustaran del heavy metal, pop, y la música electrónica para aplicarles un cuestionario bastante tedioso. Fue un alivio cuando entregué el trabajo, puesto que al entregarlo, prácticamente tenía el título en la mano, faltándome solamente mi servicio social, lo que me lleva al siguiente mes, pero antes: Palomita por tener el 50% del título de la carrera.
Mayo fue el comienzo de todo esto. Si me han estado leyendo de atrás tiempo, se habrán enterado que el 20 de mayo me fui a Oaxaca para trabajar en Ixquixochitl como parte de mi servicio social. Pues bien, los últimos días de mayo bastaron para marcar bastante este mes. Viviendo en un huevo con otras 6 personas de manera real (entiéndase sin mis papis que me mimen), trabajando de manera formal en una institución, y probándome de que estaba hecho y de que era capaz, mayo me hizo darme cuenta que estoy mimado, si, pero que en el momento en que sea necesario, puedo arreglármelas de manera suficiente (no buena jaja) como para vivir por mi cuenta. Palomita.
Junio fue la continuación de mayo. Después de un momento de nostalgia aguda por el viejo terruño en la capital, y después de un experimento bastante nefasto
En julio vino la terrible despedida de Oaxaca. Me despedí de mis compañeros de casa, de la institución donde estuve trabajando (con sus respectivas personas), y del estado más precioso que jamás haya conocido. A pesar de que ya quería regresar al terruño, me fue difícil decirle adiós a una de las mejores épocas de mi vida. Aquí agradezco mucho a: “A mamá” por enseñarme a lavar el baño; a Cha por ser mi gurú y por las palomitas tan ticas que se hacía; a Chipegua por las horas de desmadre que organizaba en la casa; A Chris por ser un bombón en la casa; a Pau por ser tan linda y amorosa con todos nosotros; y a Mafer por haberme aguantado (tu sabes de que hablo), por haber sido mi compañera de servacio, por haberme dado hartos consejos, y por todo el apoyo que me dio en Oaxaca. Así mismo agradezco a “Tía Tina” y a toda su familia por las tortas de jamón y queso tan ricas que hacía y por haberme dejado probar el sabor de hogar tan lejos de mi tierra, sin ellos, la nostalgia por el terruño hubiera sido insoportable. Otra estrella para el mes de julio.
Agosto siempre ha sido mi mes aunque ahora debo de decir que fue bastante aguado. Si bien entré al último semestre de mi carrera, y me… ¿Cómo llamarlo? “Reencontré” con Eli (que desde aquí debería ser de nueva cuenta Elizabeth), no hubo mucho barullo o algo significativo. Una paloma nomás por no dejar de lado esto.
Septiembre estuvo bastante efectivo. Un acapulcazo inesperado, y un par de pachangas bastante buenas, así como la “disque liberación de mi alma”, me permitieron dormir tranquilo de nueva cuenta por las noches. Palomita por la disque liberación del alma.
Octubre fue bastante gris, nada que merezca ser recordado más allá de una época tranquila con muy buena compañía. Paloma por lo grisáceo de este mes.
Y Luego llegó noviembre. Los días fueron y vinieron y yo me la viví de reventón. Que entre la foto de generación, el viaje de generación, la fiesta de graduación, la peda “post-graduación” y demás excusa para celebrar, en todo noviembre me despedí de mis mejores compañeros de carrera, así como de mi alma mater, y de la carrera que es una de mis grandes pasiones en la vida (aunque tal vez no la ejerza). Podría agradecer a muchísimas personas el haber estado conmigo no solo este año, sino toda la carrera en general, pero esto se haría interminable. Sólo puedo darle gracias a toda mi generación, a todos mis profesores, y a todas las personas que estuvieron con migo a lo largo de mi carrera. En noviembre me despido de mi vida como estudiante, por lo que hay una estrella sobre este mes.
Y finalmente llegó diciembre. (ADVERTENCIA: EMOtividad adelante) A este mes entre con altas expectativas puesto que era el maravilloso cierre de un maravilloso año. ¡Oh la ironía que es cruel con su servidor! Si bien los 4 primeros días fueron bastante buenos puesto que cerré oficialmente mi carrera (servicio liberado, artículo entregado), y me despedí de muchas personas muy importantes, el 5° día de este mes me dieron un par de patadas en la entrepierna (por no decir que me patearon los huevos). No tiene mucho caso relatar esto, simplemente basta con que diga que una persona que me importaba mucho me dio una puñalada por la espalda (así lo sentí yo T_T) y aniquiló cualquier posibilidad de relación (a cualquier nivel) que pudiera haber llegado a tener con ella.
A raíz de eso, su servidor se agüitó por dos semanas de manera sorprendente, sin tener ánimo de nada. Pero saben, gracias a Isabel (hola Isa) pude salir del bache, además de que la reunión de exalumnos de mi secu, Rebeca (hola Rebe) y su sonsacación al IMS, y las pedas intermedias que han surgido, me han respuesto, y si bien no estoy al 100% bien de nueva cuenta, por lo menos ya estoy superando las heridas que tardarán en sanar. La Natividad fue bastante mediocre, y esta semana he estado con una infección en la garganta que ni Dios padre me la puede quitar (qué bueno que yo confío en los antibióticos), por lo que la última semana de diciembre del año en curso, está coronada por medicamentos e inyecciones. Tache a diciembre.
Mejor película: Shortbus (Bueno, la vi este año ¿No?), siguiéndole muy de cerca “300” (sí, me gusta el cine palomero, ¿Y?).
Mejor videojuego (no puedo dejar de ser geek): Un triple empate entre God of War 2; Bioshock; y Guitar Hero III: Legends of Rock.
Mejor concierto: Mx Beat 07 (Nortec no cuenta y no pude ir al de Daft Punk T_T).
Persona social favorita: El Rey de España junto a su presidente.
Persona favorita: Pfff no voy a escoger, pero todos los mencionados líneas atrás son considerados como tal, además de un par más que no han sido mencionados.
Persona menos favorita: Elizabeth (jaja, alguien de mi profesión me diría que la tengo escindida).
Mejor peda: Fiesta de graduación (24 de noviembre del 2007).
Peor peda: El veto de Big Yellow (jaja).
Mejor momento: Oaxaca.
Peor momento: 5 de diciembre.
Decepción del año: Elizabeth (Podría ser de la década, pero esa se la llevo el 01/01/00 al no acabarse el mundo ese día)
Y la frase del año es:
“¿Qué te tenía que decir?”
(Álvarez E., 2007)
Bye, bye 2007, veamos que me depara el 2008 donde no hay camino a seguir y el mundo es mi posibilidad.
¡¡¡Feliz año nuevo gregoriano para todos!!!
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