La triada de la sangre en el video… ¿Quinta parte?

(Haciendo referencia a esta entrada)
Creí que este asunto ya había acabado… Hace un par de semanas me había ido a dormir satisfecho con mi trabajo informativo y con la conciencia tranquila de que el “snuff” no existía… Hoy tengo un sentimiento encontrado que no se como explicar (gracias 4chan).
Hoy, resistiéndome a realizar un trabajo escolar, me metí a los foros de “4chan” como se me está haciendo costumbre (creo que esto se vuelve peligroso)… Lo usual: hentai, pornografía, chistes escatológicos etc.… Como es costumbre, suelo abrir imágenes que no están bien definidas en un tamaño pequeño para apreciarlas mejor y ver con que me topo. En esta ocasión hice tal cosa con un funesto resultado…
Abrí la imagen poco definida de una captura de pantalla (el hecho de crear una imagen a raíz de lo que el monitor está proyectando en ese momento), en la que solo podía apreciar una sala de “chat” con una imagen de de una persona usando playera azul… Sinceramente no pude definir que acción estaba realizando la persona de la foto por lo que abrí la imagen para apreciarla en mejor resolución (curiosidad, maldita/bendita curiosidad)… La fotografía, siendo más nítida, era el de una persona que estaba colgada por el cuello del techo… Mi primera reacción fue de escepticismo… Es común ver en 4chan fotografías retocadas por computadora (“photoshopaso”), por lo que primero pensé que era falsa… Leí lo escrito en la sala de chat: “hazlo pendejo”, “espero que esté asegurado”… pero conforme leía los comentarios más recientes de la imagen, la cosa se ponía seria: “ODM (O Dios Mío)”, “llamen a la policía”, “eso es horrible”, “no es divertido” o “su cara está roja”. La imagen me comenzó a inquietar por lo que abrí la discusión original donde se había colocado la imagen. El tema, sin respuestas, daba una liga a un blog seguido de las letras “Haha”. Abrí la liga y leí con horror (Shawn's blog) la historia del señor Whitrick. A través del chat proporcionado por la página “Paltalk”, el señor Kevin Whitrick de 42 años de edad, se conectó el viernes 23 de marzo en una sala en la que el propósito era mandar y recibir insultos. Con el sobrenombre “shyboy_17_1”, el señor Whitrick abrió su cámara web y comenzó a martillar el techo. Como era esperado en ese tipo de sala (y como lo es en todo internet), algunos usuarios comenzaron a animarlo diciéndole que lo hiciera, ya sea con sus micrófonos o vía mensajes de texto. El usuario no respondió, y valiéndose de una cuerda colocada en el agujero del techo, se colgó… Cerca de 100 usuarios, se mostraron escépticos ante el acto puesto que no se veían los pies del individuo, hecho que propició que algunos comenzaron a hacer bromas… La imagen permanecía igual sin contar un pequeño gran detalle: El rostro de la persona comenzaba a cambiar de color. Así es como después de un rato, todo dejó de ser broma y los usuarios de la sala de chat presenciaron lo que las autoridades británicas llamaron “El primer cybersuicidio”.
Aún escéptico por la imagen, y pensando que todo era una elaborada broma (y en mis más paranoicas fantasías, una macabra campaña de publicidad), comencé a buscar la noticia… Para mi descontento, descubrí que no era una broma, puesto que distintas páginas dan fe del suceso. El señor Whitrick, británico divorciado y padre de un par de gemelos de 12 años, se convirtió la primera persona en videograbar su suicidio y difundirlo en tiempo real por internet. Esto es el siglo XXI.

Créanme que el hecho de ver un muerto no me espanta (muchos de ustedes bien lo sabrán)… Lo que me inquieta de todo esto es la frialdad del acto. No puedo hablar más que desde mi posición, y tomando en cuenta esto, debo decir que al principio todo me pareció una broma de mal gusto, sin sentir más que indiferencia ante el acto. Después de leer deferentes versiones de la noticia, comencé a sentirme ligeramente perturbado y aún desconcertado. Ahora que escribo esto me siento asqueado y defraudado.

Lo siguiente podrá parecer difuso, pero es por que aún no tengo muy bien asimilado el suceso, así que disculpas y espero que me salga bien:
Me asombra la frialdad con la que muchos usuarios del chat en cuestión vieron el acto. Y me asombra por que soy partícipe de su frialdad. De lo mostrado en internet, puedo asegurar que un alto porcentaje es falso, montado, o actuado, por lo que no critico ni juzgo la actitud de los usuarios ante las primeras acciones de “shyboy_17_1” (hasta a los que lo “alentaban” a suicidarse). “shyboy_17_1”, un sobrenombre que no significa nada (y a la vez proyecta todo) en una sala de chat, es nadie para cualquier persona que frecuente un punto de encuentro social de internet. Nadie nos asegura siquiera que es una persona real y no un “chatbot” que nos está intentando vender algo, por lo que el bromear con alguien que dice “me voy a suicidar”, es algo esperado. No nos vamos a preocupar por lo que un ente de 11 caracteres está diciendo, pero es precisamente eso lo que me… “Incomoda” en toda esta situación.
Como buen hijo de la “generación Y”, estoy acostumbrado a usar internet y a creer muy pocas cosas de las que me topo por ahí, por lo que pertenezco a un grupo de personas que no somos para nada crédulas. Me puedo imaginar que si trajéramos a un joven de mi edad de los años 50, y le mostráramos una página en la que alguien dice “me voy a suicidar”, se lo creería sin ningún problema, cosa de la que muchos de mis contemporáneos se burlarían. Y otra vez, no me mal interpreten o piensen que estoy juzgando a alguien, puesto que después de chascos como “lonelygirl15”, o los “Bonsai Kittens”, no nos podemos dar el lujo de creer todo lo que sucede en internet.. Pero es precisamente eso a lo que quiero llegar: Vivimos en un mundo en el que la sobre-información (y hay quien se atreve a criticar a la élite que solía controlar a la información), nos ha des-sensibilizado a tal grado, que no podemos sobrevivir psíquicamente al internet (y otros medios electrónicos) si no creamos una barrera que nos proteja de lo que nos topamos. Nos hemos desensibilizado tanto por el uso de una máquina, que no creemos en las palabras de alguien que esta (o puede no estar) “del otro lado” o “frente” de nosotros. ¿Hacia donde se dirige mi generación? ¿Cuál es el rumbo de una generación que permanece impávida e incrédula ante el suicidio en vivo de una persona a través de internet? Y sobretodo ¿Hacia done se dirige una generación que ha orillado a alguien a transmitir su muerte por internet? (Hola YouTube). Sinceramente no lo sé. Supongo que será el mismo que el que tiene la generación que presenció el suicidio de Christine Chunnuck o el de Budd Dwyer; generación que presenció en vivo “la guerra del golfo”, y que ahora gusta de ver programas como “Big Brother” o “Extreme Makeover”.

A final de cuentas la des-sensibilización y la incredulidad de la que les estoy hablando no es buena ni mala, simplemente es una reacción natural ante una sociedad que se escuda detrás de representaciones intangibles de las cuales no podemos tener la certeza que son reales. Aún así, no puedo dejar de sentirme incomodo ante una reacción natural que permite que después de escribir esto, pueda ir como si nada a ver videos chuscos de YouTube…

Nota dada por "The Australian"
Nota dada por "This is London"
Nota dada por "The Scotman"
Nota documentada en Wikipedia

Pensé mucho en si poner la imagen o no, si ponerla alterada o ponerla tal cual... Al final decidí no colocarla, puesto que cada quien es libre de decidir si quiere verla o no... Si alguien la quiere, puede buscarla en el blog de Shawn Wasson.