sábado, 17 de febrero de 2007

La triada de la sangre en el video: Cuarta parte

***Continuación de esta entrada***

Después de 3 géneros sangrientos, varios compromisos sociales, y una gripa, estamos ante la conclusión del tema… Tanta sangre sin un motivo no puede ser lógico, así que ante ustedes, la última entrada:

Y a todo esto: ¿Por qué?
¿Por qué existe este tipo de cine? La reacción de la gente ante este tipo de películas suele seguir el mismo camino: “Es un cine para enfermos”. Puede ser, no lo se, pero creo que si queremos entender del por que de nuestros actos, debemos de ir más allá de este tipo de reacciones.

Hace ya un par de entradas, hablé de “NEKromantic”, advertí de los desnudos en el trailer de “Cannibal Holocaust”, les presenté “Niku Daruma”, y describí la estructura que suelen seguir algunas películas “snuff”. ¿Alguien ha notado una relación entre estas películas más allá de la violencia? Cada una de estas películas tiene escenas relacionadas al sexo. Y eso es por mencionar algo explícito, ya que es muy común ver en distintas películas de terror/horror, escenas de desnudos, escenas cortas “soft core”, o el clásico “flashaso” de un par de senos… Así es, todas estas películas suelen incluir un toque “erótico” en sus tramas. Y si bien a estas alturas del partido ya es un cliché cinematográfico, y un indicador del mal cine (sexo + violencia = basura), también es una pista que puede llevarnos a descifrar del por que la existencia de este tipo de películas.
Para continuar, debo de evocar al santo patrono de mi profesión. Freud (entre muchas otras cosas) establece que el ser humano se rige por dos fuerzas básicas: “Eros” y “Tánatos”. El primero, puede entenderse como la fuerza de vida, que evita el displacer y la satisfacción de los instintos básicos del ser humano. “Tánatos”, por su parte, es la pulsión de muerte, que ojo, no debe mal interpretarse como aquel deseo asesino de querer matar y acabar con el otro, sino que es la pulsión que conlleva a la violencia y a la agresión, no por el mero placer de ser máquinas asesinas, sino como un mecanismo de supervivencia y adecuación ante un medio hostil, o una agresión inminente. Digamos que “Tánatos”, es la agresión que nos permite defendernos en una situación de peligro.
Así, lo que nos hace levantarnos en la mañana, día a día, puede resumirse (más no debe) en estas dos pulsiones. Nos levantamos, comemos para saciar nuestra hambre, vamos a la escuela, vemos a nuestros amigos, y hacemos actividades recreativas para satisfacer nuestras necesidades, todo gracias a “Eros”. La pulsión queda satisfecha y no da mucha lata (en el mejor de los casos)… Pero ¿Y “Tánatos”? No se ustedes, pero yo hace mucho deje de enfrentarme a temibles tigres, serpientes venenosas, o ataques de tribus rivales. Claro, sigo gritándole a los microbuseros que estorban a media calle, o sigo peleándome con alguien cuando la ocasión lo amerita, para así, descargar mi impulso agresivo. La situación real, es que no todos tenemos la misma “cantidad” de impulso. Algunos tienen muy reducido su impulso agresivo, por lo que diciéndole una grosería a un taxista pueden descargar fácilmente su agresión, pero otros, necesitan descargar más cantidades de agresión. Bien podrían ser asesinos maniacos que no tienen autocontrol (harina de otro costal), pero la sociedad ha creado profesiones que contengan de cierta manera a estas personas: cirujanos, soldados, policías, boxeadores, carniceros y un etc., bastante largo. Pero ¿Que sucede mientras se desarrolla una profesión que pueda contener dichos impulsos? Ah pues tenemos libros de asesinos, videojuegos violentos, programas televisivos como “Cuando los animales atacan”, y por supuesto, películas.
Estamos regidos por instintos sexuales y agresivos, que deben ser satisfechos de alguna manera. Películas como “Niku Daruma” sacian estos impulsos de una sola vez. Tanto para el creador, como para el espectador de la película, esta es un medio para canalizar de una manera “saludable” o “socialmente aceptable” los instintos que poseen (por ahí de manera elegante algunos lo llamamos "sublimación"), en vez de reprimirlos (y que exploten sorpresivamente), o saciarlos de maneras mucho menos ortodoxas. Si bien a muchos les parecerá sumamente desagradable, personalmente prefiero que Fred Vogel haga una película sumamente realista de un asesinato, a que cometa un asesinato de manera real. Si bien podrá ser indicador de algo más, prefiero que una persona vea un muerto en una película mondo, a que el se encargue de ajusticiar a un cristiano para verlo en vivo y a todo color. Es mejor, poner un medio impersonal de por medio (una cámara, una edición, un DVD, en reproductor de DVD, y una TV), que brincarnos todo y experimentar dichas sensaciones de primera mano.
Y no solo estoy hablando de alguien que tenga sus “impulsos” potencializados, sino que estoy hablando del grueso de los seres humanos. O.k., el snuff “no existe”, pero si lleva 30 años rondando el inconsciente colectivo, es porque la sociedad se ha encargado de mantener viva la leyenda. Es una necesidad de las personas, el creer que alguien tiene la capacidad de suprimir a tal grado su racionalidad, como para dejar libres todos sus impulsos. Si bien muchas personas ven esto con desagrado (se las creo, no estoy diciendo que no lo hagan), es por que prefieren colocar dicha capacidad en alguien que no sea ellos. No toleran en si mismo el tener ese tipo de pensamientos/necesidades, por lo que mejor lo proyectan en alguien más para no sentirse culpables consigo mismos. Macbeth, acto 1, escena VII: “I dare do all that may become a man; Who dares do more is none”; “Me atrevo a hacer todo lo que hace un hombre; Quien se atreve a hacer más no es uno”. Si alguien es capaz de hacer/consumir una película snuff, es por que todos tenemos dicha capacidad… Que optemos tomar ese camino, es completamente diferente. Incluso tú (si, tú), si llegaste hasta aquí, es por algo. Podríamos llamarlo básicamente morbo, lo que nos lleva a otra posible explicación del por que de estas películas (por que debemos dejar de pensar en el sistema plano de “causa = efecto”).
Todos somos morbosos. Siempre tenemos esa inquietud de conocer la muerte, el misterio final. Una posible explicación del por que ver tanta muerte en pantalla (hablando particularmente del mondo), es que tal vez, si vemos una y otra vez escenas de muerte, solo tal vez logremos descifrar que hay más allá de esa tenue línea que divide a los vivos de los muertos. Básicamente, al ver un muerto, estamos viendo lo mismo que somos nosotros: un conjunto de de carne y hueso, amasijados de tal manera que forman un ser humano, la misma materia dispuesta de la misma forma que nosotros, pero con la única gran diferencia de que eso que tenemos frente a nosotros (al morir, perdemos la cualidad de seres humanos, para pasar a ser objetos… Que nosotros sigamos depositando de manera muy válida afectos en eso, es otra cosa), ya no puede pensar, soñar, sentir, planear ni actuar. Eso, que es como nosotros, ya no es uno de nosotros… ¿Por qué? No se sabe, pero se curiosea con la esperanza de desentrañar tal misterio.
Finalmente, en el plano afectivo, se puede ver este tipo de material con la idea inconsciente de comprobarse una y otra vez, que aquel muerto que está en pantalla, no es uno mismo o alguien que conozcamos y estimemos. Vemos la muerte en pantalla para cerciorarnos de que los que nos rodean siguen vivos (lo sé, suena algo irracional, pero así de irracionales somos, que debo de decir que motivos hay de sobra para esto… Pero eso también es otro tema).

¿Quieren explicaciones racionales?
En sus años mozos, Ogrish tenía como lema “Can stand reality?” (¿Puedes soportar la realidad?”), para después cambiarlo a “Uncover Reality” (“Descubre la realidad”). En los foros de la infame página, llegué a leer a un usuario que argumentaba visitar esa página por que le gustaba ver el mundo como era. Odiaba que le encubrieran la verdadera crueldad del mundo, y que recurría a es tipo de material para ver el estado del mundo en ese momento. Así, al ver shockumentales, se está viendo un testimonio de lo que es el ser humano, sus actos y sus límites.
¿Gore como documento histórico? Así es, alguien lo usa de argumento. Había estado guardando esta película para este momento:

Men Behind The Sun (1987).

Esta película se hizo para recrear lo que médicos japoneses hacían a los prisioneros de guerra durante la segunda guerra mundial (del mundo). Es bien sabido, que los médicos japoneses experimentaban con armas biológicas en sus prisioneros, por lo que esta película busca denunciar los maltratos que sufrían durante dichos experimentos, así que ya saben que podemos esperar: enfermos con abscesos purulentos, mutilaciones y amputaciones. Lo particular de la película (explicitita a morir), es que incluye escenas de una autopsia real a un niño, además de la famosísima escena en que un gato es colocado dentro de una caja llena de varias decenas de ratas hambrientas. Se argumentó que la película era una denuncia de las crueldades cometidas por los militares japoneses, presentándolas de la manera más explícita posible para mostrar todo el drama. A muchas personas no les cayó en gracia ni la película ni los argumentos


Así, la sangre en el video existe por que tenemos la necesidad, ya sea para saciar los impulsos violentos, para intentar comprender la muerte, para corroborarnos que seguimos vivos, o para intentar comprender la crueldad del mundo en el que vivimos.

Pero claro, hay dos cosas que cuidar al ver este tipo de materiales. En primer lugar, ver todo este tipo de material causa insensibilidad. Después de mucho tiempo de estar viendo tanta sangre y tantos muertos, las personas asiduas a este material suelen desensibilizarse ante la violencia o el dolor ajeno, por lo que al verlo de manera real (o cercana), la reacción que pueden presentar es de indiferencia o de poco impacto. En este sentido, se debe de cuidar no caer en el aburrimiento, por que se podría llegar a traspasar esa mítica barrera que separa al snuff de leyenda urbana, a terrible realidad. Y no es paranoia, puesto que voy a contarles una pequeña historia:
Tsutomu Miyazaki, fue un asesino en Japón. No voy a relatarles sus crímenes perpetrados a cuatro niñas de 4 a 7 años, puesto que no es materia de este tema, pero si voy a relatarles lo que se encontró en su departamento. El departamento estaba lleno de películas y series de anime, hentai, y de películas de horror, incluidas las primeras películas de “Guinea Pig”. Por ahí las malas lenguas dicen que se baso en “Flowers of Flesh and Blood” para cometer uno de sus crímenes. No puedo confirmarles eso, pero si puedo decir que el acto colocó el dedo en la llaga respecto al anime y a las películas de terror en Japón. A raíz de este acto, se pensó que este tipo de material podría influir en las personas a cometer cierto tipo de actos aberrantes.

No debemos clasificar a todo un género por un acto difundido gracias a la prensa amarillista (se han cometido más crímenes en nombre de la fe que en el nombre del cine), pero es algo que se debe de tomar en cuenta al momento de ver mucha violencia en pantalla, además de que puede llegar a ser el indicador de algo más…
Lo segundo, es netamente una opinión personal. Existen películas estilo “Feto Morto” (2003), que solamente buscan faltar el respeto a la mayor cantidad de íconos sociales que sea posible. Es obvio que al realizar este tipo de películas, se busca salir de los estándares socialmente establecidos (llamémoslo un acto de rebeldía), pero hasta para esto se debe de tener cierta clase o “ingenio”. El presentar una película, en que se tiene sexo anal con una imagen de la Virgen María, no posee ninguna creatividad o un fin realmente establecido. Solamente se busca asquear al espectador por el simple hecho de asquear. Puede haber motivos muy válidos para crear películas violentas, pero por favor, hay un punto en que los motivos se quedan cortos (y se vuelven razones), ante un acto de… “desequilibrio”.

Pues bien, esto fue la revisión de la violencia extrema en el video… Quiero agradecer a todos aquellos que de distintas formas me ayudaron a recuperar información y opiniones en el tema, que por mencionar a algunos más no todos, se encuentran:
kaospilot, Autizt, el santos, JpopFan, Jurgen Dicanis, cecilio, parappa, suck, sick, Monkyponky, psy_spectre, inkjay, SHURA81, Takejiro, The Beyonder, Mafa, Alhely, Tony, el Mortiis, y a mis distribuidores de material “non sancto” del chopo xD.

Espero les haya gustado, y estén pendientes de nuevas actualizaciones (esperemos menos rudas) en “El Petate del Muerto”.

P.D.
El domingo 25 de febrero, en el Cinemex de Antara, dentro del marco del Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México (FICCO), a las 5 de la tarde habrá un panel de discusión de cine de terror… Promete ponerse bueno por si alguien quiere asistir…

¡Saludos!

1 comentario:

Anónimo dijo...

gran reseña brother,muy ilustrativa.saludos de peru.