jueves, 22 de febrero de 2007

B who U wanna B!

La siguiente entrada, en realidad es un ensayo que escribí para la materia "Psicología de Género", en la que como se pueden imaginar, hablamos acerca de feminismo, machismo, y equidad de género... Para entenderle un poco más a este trabajo, es altamente reocmendable primero leer este texto de Asun Bernárdez. Con lo anterior en mente, a continuación:

B who U wanna B!

Quisiera comenzar el trabajo con la pregunta ¿Acaso creo que criticar a Barbie es original o novedoso? No, en lo absoluto. Barbie está grabada con fuego en la memoria colectiva de la sociedad, tanto así, que ha sido criticada y parodiada por los Simpson con la infame Stacy “No me pregunten a mi, ¡Tan solo soy una chica!” Malibú, el grupo plástico (tan plástico como el poliestireno del cual está hecho Barbie) Aqua y su canción “Barbie Girl”, y la cantante Pink (también hecha de poliestireno) haciendole referencia en su video “Stupid Girls”, por mencionar solo algunos ejemplos. Entonces, si Barbie es tan popular que hasta tiene un síndrome con su propio nombre (“¡Nueva Barbie! ¡Ahora con prescripción médica del síndrome de Barbie!”), ¿Por qué hacer un ensayo sobre ella? Esto se me ocurrió hace un par de semanas cuando me dirigía a la escuela. Como es usual a las 6:30 a.m., me detuve en el semáforo que se encuentra en los túneles. Aún medio dormido y sin prestar mucha atención a lo que no fuera la luz roja, un escalofrío me recorrió la espina al voltear a ver las vallas que decoran de manera tan llamativa, los escarapelados muros del cerro que atraviesan los túneles. Era una niña, tal vez preadolescente de 12 años, sentada con una sonrisa de oreja a oreja, en una silla de salón de belleza con la típica secadora de panal de abeja sobre de ella. Lo terrible de la imagen, era su compañera de asiento. Junto a ella, Barbie tamaño natural, miraba con ojos muertos -y sonrisa plástica perfecta- en dirección del desprevenido conductor. Junto a las chicas, la frase “Barbie, lo que quiero se hoy” en letras rosas, adornaba el ya muy rosado (y no debido a los colores) anuncio. De primera impresión, bajo la media luz que proporciona el amanecer, y en un estado semi-letárgico, llegó un momento en que no pude distinguir a la muñeca de la niña. Ambas, sonriendo hacia el espectador, en la misma pose, con los mismos accesorios, y con la misma tonalidad y apariencia en la piel, hacían una fusión perfecta de un ser vivo, y un estereotipo femenino que ha reinado el mundo por cerca de 50 años. Aterrado por la imagen, me percaté de la página web que aparecía en el anuncio: “www.babrielatina.com”. “A vaya, Barbie, estereotipo de mujer rubia, piel blanca, norteamericana, tiene su versión latina”… feminismo hegemónico. Con la intención de hacer el presente trabajo, me dirigí a la página, que esperaba tuviera algún contenido exclusivo para Latinoamérica, o de perdida, alguna referencia cultural adecuada a nuestra sociedad. Revisé la página. Nada más que estereotipos femeninos que hemos visto una y otra vez en programas de manufactura norteamericana. Un poco desilusionado al no encontrar el anunció que desde una vaya me había asustado, decidí probar suerte con la versión norteamericana de la página. ¡Oh sorpresa! Me encontré una página exactamente igual a la de “Barbie latina” (bueno, no igual, tenía acceso a más contenidos y estaba en inglés, pero a estas alturas del partido, ¿Ya quién distingue los idiomas?). Lo verdaderamente… ¿Perturbador? Fue el “intro” flash que me recibió en la página. Con una canción sumamente pegajosa (he traído bastante tiempo la tonadita de la canción en la mente), se nos presenta la nueva campaña publicitaria de Mattel. Un fondo rosa (que novedad) es el marco de:

“¿Qué clase de Chica Barbie (™, no se nos olvide el Trade Mark) eres tú?” Vaya, recuerdo que antes Mattel se defendía de los ataques “anti-Barbie” argumentando que esta muñecona había sido piloto, astronauta, doctora, veterinaria, bailarina (de ballet, aunque no dudemos que en un futuro será teibolera, si ya existe la del Mardi Gras...), medallista olímpica, oficial del ejercito norteamericano, presidenta (y candidata presidencial), arqueóloga y un etc. tan largo como atuendos y accesorios ha tenido la mismísima Barbie. Ahora no, ahora echan por la borda todos los intentos defensivos hacia la Barbie para de entrada, encasillar a las niñas “del nuevo milenio” en una categoría específica. Antes se nos decía que el “cielo es el límite”, pero el discurso de los medios de comunicación, en un afán de vender el producto, nos está condenando a “pertenecer” a una sola categoría. Walzer y Lomas (2006) señalaron en su ensayo: “Es, además (el aparato publicitario), y sobre todo, una eficacísima herramienta de transmisión ideológica”. Así, no solo nos están vendiendo plástico cubierto de más plástico (poliestireno envuelto en lycra) con el cual las niñas pueden soñar a ser “lo que quieran”, sino la perpetuación de un juego de roles servil a un machismo hegemónico. Una campaña publicitaria es también una campaña propagandista (nótese la diferencia entre ambas) con el fin de mantener los roles como queremos que se mantengan.

La presentación continúa:
En la imagen anterior, por lo menos se hacía una pregunta, ahora, están respondiendo por las propias niñas, argumentando que no es una chica Barbie cualquiera. ¡Aaaaahhh no! ¡Es la mismísima Barbie! Catalogada tal cual. Recuerdo el episodio de los Simpson de “Lisa vs la Stacy Malibú”, cuando Lisa va a ver a Stacy Lovell a su casa (que es igual a la casa de ensueños), y ella le presenta la fotografía de sus antiguos esposos, todos muñecos de acción: Ken, G.I. Joe, Dr. Coloso, un vaquero, y el hombre biónico. Todos muñecos con los cuales los hombres pueden reflejar y perpetuar los roles masculinos (bueno, Ken no tanto), para dejar relegada a la niña que vive como Barbie, a un papel secundario, de compañía, y más bien, de adorno, para como señala Bernárdez (2000) ser un objeto más allá de una persona…

Bien, son chicas Barbies, pero ¡Vamos! Sigue siendo muy global el ser una chica Barbie, dejemos que Mattel nos de ejemplos a seguir:

Fashionista… Claro, puedes ser, o diseñadora de modas, o modelo… Orgullosas representantes del potencial femenino (¿Y los hombres modistos? Ah no, “esos no son hombres”, pero tampoco, son mujeres), para nada alejados de la realidad en el cuerpo femenino… Me atrevo a llamar a Asún Bernárdez:

Pero en este proceso, se dibuja un cuerpo "descorporeizado", deshumanizado, e incluso des-sexualizado, un cuerpo que se parece cada vez más a los objetos por sus cualidades estéticas. Cuerpos perfectos, pero cerrados, sin porosidad, sin posibilidad de intercambio... son lo que son, tan inertes como los objetos. Hoy los cuerpos representados por la publicidad son cuerpos que no existen más que dentro del propio medio, que se han convertido en un signo vacío a base de utilizarlo para cualquier cosa”. (2000)

“Perfectos sin porosidad” Eso me recuerda mucho a la imagen fría del plástico de la Barbie, un plástico sin rebabas (si tiene rebabas es de mala calidad el juguete) y delineado a la perfección. Creo que a todos nos han mareado con el dato del cuerpo de la Barbie si es que fuese llevado a escala normal, pero bueno, una vez más que se dé no nos hará daño:

7 feet 2 inches tall, weigh 115-130 pounds, have 30 to 36 inch hips, an 18 to 23 inch waist and a 38 to 48 inch bust. Additionally, she would lack the 17 to 22 percent body fat required for a woman to menstruate

2m, 15 cm de altura, de 52kg a 58kg (yo entro en esa categoría), de 76cm a 91cm de glúteos, 45cm a 58cm de cadera, y 96cm a 121cm de busto… Como hombre, perteneciente (y perpetuador) del machismo hegemónico, que babea ante los cuerpos estilizados de las mujeres en la publicidad, debo de decir que eso para mi, es un fenómeno. No hay de otra. Pero continuemos con los ejemplos que Mattel tan amablemente nos ha dado.

Amante de animales… Vaya, me recuerda mucho a ese estereotipo femenino en el cual las mujeres se ven irremediablemente atraídas a todos los animales, especialmente a aquellos que son cachorros peludos con ojos grandes… ¿Y que a los hombres no pueden gustarnos los perros? A no, sólo una chica Barbie (™, ya se me estaba olvidando) puede ser amante de los animales.
Princesa… Vaya, esta es demasiado fácil, creo que será mejor dejarla pasar.
Ser tu misma… Mattel se ha reivindicado: Puedes ser tú misma… Ah, pero hay que recordar la primer imagen: “¿Qué clase de Chica Barbie (™) eres tú?” Entonces, puedes ser quien tú quieras, pero claro, siempre actuando bajo la sombra de Barbie… No puedes ser nada que Barbie no sería.
Para terminar la presentación, aparece la siguiente imagen:

(¡Dios que flaca es!) No es para nada impresionante ver la imagen estática, pero al verla en la plenitud de su acción, da la impresión de que de ser la figura estática de Barbie vista de perfil con cola de caballo, se transforma en una figura viva de carne y hueso. En la presentación se da esa impresión, pero hay un video que se puede ver en la sección de “Estudio de televisión” (el comentario de Barbie al entrar es hilarante), en el cual no se da la impresión, sino que el logotipo de Barbie se transforma en una niña de carne y hueso. Ahí está. Cualquier especulación paranoica que se haya intentado hacer en el pasado acerca de si es que se quiere transformar a las niñas en un estereotipo femenino irreal queda comprobada… El mismo video nos está mostrando como es que una Barbie puede transformarse en una persona… Y si se puede hacer eso, ¿Qué evita que se haga a la inversa?
¿De dónde provino todo lo anterior? Pues bien, proviene de que esta campaña no sólo está siendo implementada en los E.U. sino que los espectaculares (Ah, porque han trascendido de las vayas para subirse a un espectacular de más de 20 metros) de “Quiero ser una chica Barbie(™)” que han tomado por asalto el D.F. (no sé si en toda la república). Barbie lleva ya bastante tiempo en el mercado mexicano, siempre promoviendo el “american way life” entre nuestras niñas, pero creo que de alguna manera se había respetado hasta cierto punto el modo cultural (reconozcámoslo, no todas las niñas tienen el poder adquisitivo como para comprar el convertible rosa de Barbie). Con esta campaña, impresionante, llamativa y masiva, tal vez no se incremente el número de ventas de la muñeca, pero si va a contribuir a grabar el modo de vida de Barbie en los ideales de toda una generación.
Si se me permite, creo que actuaré de manera paranóica, como si viviera en un mundo orwelliano (¿A que no es así?), y citaré a Walter y Lomas:

Los especialistas saben que ellas (las mujeres) constituyen el grupo consumidor más importante, numeroso, polimorfo y activo desde el punto de vista de los intereses del mercado: alrededor del 80% del total de las compras son realizadas por mujeres” (Walter y Lomas, 2006).

¿Big Brother detrás de nuestras cabezas manipulándonos para convertirnos en productos para sus productos? No tengo el valor para aseverarl, pero dejaré ahí los datos para que alguien lo considere.
Hace ya un par de páginas, cuando el texto no se había vuelto pesado, mencioné el video “Stupid Girls” de Pink, del cual quisiera comentar algo.
Al principio del video, vemos a una niña de aproximadamente 8 años viendo la televisión. Está sentada en un sillón sosteniendo una Barbie mientras que la televisión proyecta “clases de cómo es que debe comportarse una mujer”, para después, durante todo el video, ver referencias a íconos femeninos de la cultura norteamericana, tales como Paris Hilton, Hillary Duff, o Jessica Simpson, actuando el típico papel “rubia cabeza hueca”. Entre algunas de las escenas, vemos a la cantante Pink jugando football americano (actividad masculina) con varios hombres, con la diferencia de que ella es la que lleva el balón (alegoría a ese pequeño falito poderoso), corriendo a través del campo, superando las embestidas de los hombres que intentan deternerla… Ninguno logra hacerlo. En otra escena, vemos a Pink vestida con un traje “formal” (¿De hombre? No sé, pasa muy rápido y no estoy familiarizado con los cortes “de hombre” y “de mujer”) dando su discurso presidencial… El sueño de una niña de volverse presidenta (la primera de los E.U.). Hacia el final del video, la niña apaga la televisión y tiene dos opciones: Jugar con sus Barbies, o agarrar un balón de football americano (falito). La niña manda a volar su muñeca, para después tomar el balón para salir a jugar… ¡Una niña que ha roto los roles! No, no lo creo. Bien, la niña decidió no jugar a las muñecas, para en cambio, convertirse en un hombre (no analicemos los pedos que tiene Pink en este aspecto)… Así es, el mensaje que todo el video nos da (habría que hacer todo un análisis del video, pero eso es para otra ocasión y ya estamos cansados), es que para ser una mujer exitosa e inteligente, tienes que dejar de ser mujer para convertirte en hombre, y tampoco se trata de eso. Está bien, si una niña quiere jugar con su Barbie ¡Que lo haga! Si una niña quiere jugar football americano, ¡Que lo haga! Los roles no son rígidos y están preestablecidos en los genes humanos, por lo que son sumamente manipulables (para bien y para mal), por lo que no estoy pidiendo una supresión de íconos estereotípicos culturales, a lo que estoy haciendo alusión, es que si los medios de comunicación van a realizar una campaña publicitaria (propagandista) para vender algo, es que por favor, lo hagan de una manera real y ética, sin limitantes y olvidando los estereotipos que tan internalizados hemos traído por tanto tiempo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

sos un kapo no lo llge a leer todo pero sta muyyyyyyyyyyyyyy bueno lo k lei relmente comparto tu opinioon de lo k decis...
te dejo mi msn k es

lukas_principe@hotmail.com

desde ya muy agradecido y felicitandote por lo k escriviste...

lukas.....

Nayeli Alcántara G. dijo...

Estoy super de acuerdo contigo, es un tipico estereotipo de como quieren que seamos las mujeres y por eso hay tantas muertes de anorexia, bulimia, depresión etc. etc. por querer ser como esta muñeca. Muchas gracias por comprendernos.
Nayeli.

Nayeli Alcántara G. dijo...

Estoy super de acuerdo contigo, esta muñeca es un estereotipo de como quieren que seamos hoy en día las mujeres, es por eso que hay tantas muertes de anorexia, bulimia, depresión, etc, etc.
al querer ser como esta muñeca.
Gracias por entendernos¡¡¡¡¡¡
Nayeli.

Eduardo "iCthulhutl" dijo...

Jaja, más allá de entender a las mujeres, simplemente es entender como es que las empresas buscan posicionar un producto sin emportar el impacto social que este pueda llegar a tener.

Eduardo "iCthulhutl" dijo...

Por cierto, gracias por los comentarios!!!

Usagi-FireMoonLight dijo...

¡¡¡Vaya!!!
¡Por fin alguien que sabe lo que es realmente ética! ¡Tanto tiempo nos han negado el derecho de pensar que una chica puede perfectamente jugar con Barbies sin por ello, convertirse en una rubia estúpida! Si bien detesto a la muñeca y a todo lo que conlleva, no dejaría de regalarle una a alguna niña que realmente la quiera.
Gracias por un post tan interesante y -además- perfectamente escrito. Tu redacción es impecable :)