jueves, 26 de julio de 2007

¡JUAZ! Y de pronto, ¡ARTE!

En un rutinario viaje de la estación Normal a Salto del Agua vía línea 8 (con transborde en Bellas Artes y todo), me topé una agradable sorpresa. Como lo indica el título de la entrada, el desprevenido autor iba pensando en sus propios asuntos cuando de pronto un golpe de color lo asaltó de sorpresa y llamó su atención. Precisamente, en aquel mugroso, oscuro y húmedo pasillo que lleva de la estación Bellas Artes de la línea 2 a la línea 8, por el cual transitan incontables entes de diferentes clases (desde el darketo con maquillaje de pandita hasta la señora que va a vender sus triques al centro) que no hacen mas que musitar maldiciones en contra de: a) el transporte colectivo; b) lo lleno que va este transporte; c) la incesante lluvia que no deja de caer; o d) cualquier maldición que se quiera insertar aquí; es donde pude encontrarme algo que no tengo temor de llamar arte (tal vez arte urbano, pero eso será después). Y no puedo pensar en un mejor marco para presentar (aunque sea una embarradita o “nomás la puntita” como siempre promete el mexicano) el trabajo del Dr. Alderete.

¿Pero quien es el Doctor Alderete? (Léase con un tono de mujer desorientada mal grabada en una cinta de los años 70).
El estimado Dr. (voy a tomarme la libertad de referirme a el simplemente como el Dr. o el Doc) es un ilustrador que ha hecho trabajos para Mtv, Lost Acapulco, El Alicia, Nike y diversos sellos discográficos, que en su mayoría, apoyan la música surf. Lo llamativo (y lo característico) del trabajo del Doc, es que su obra está ambientada en épocas pretéritas, donde el sol y los luchadores enmascarados se combinan para luchar contra monstruos de películas serie B, todo acompañado de música surf y unos martinis (o piñas coladas en su defecto).
Pero a ver, por partes: ¿Qué elementos se encuentran en el trabajo de Jorge Alderete? (Hummm, se escucha muy serio, dejémoslo en Doc.). Pues bien, el elemento más recurrente en las ilustraciones del buen Doc. es el luchador enmascarado. En ocasiones El Santo, en otras El Solitario, y en otras tantas un desconocido luchador, este personaje tan mexicanizado aparece como figura central en los mensajes del Dr., ya sea para promocionar algún compilado de ilustradores mexicanos, o para promocionar algún festival de cine extranjero. Pero ¿Que sería de este icono cultural si no está realizando alguna proeza sobre humana? Los luchadores de Alderete se enfrentan al monstruo de la laguna verde, a un hombre lobo mal maquillado, o al mismísimo monstruo de Frankentein. Se enfrentan a cualquier personaje que haya estelarizado una película serie B de los años 50 o a cualquier alienígena estereotipado salido de las historietas de la misma década. Son esos luchadores que han inspirado a incontables bandas de surf para componer sus canciones o para diseñar sus atuendos con los cuales se presentarán en vivo. ¿Qué tanto de la paridad “música de surf/luchador enmascarado” se debe a Alderete? No se, pero hoy la música surf (en especial la mexicana) no estaría donde está de no ser por este pintoresco ilustrador.
Las féminas que aparecen en sus trabajos, son heroínas en peligro de los años 50, con peinados frondosos y trajes de baño ceñidos perfectamente a sus atributos. Claro está, cuando estas féminas no están “maquilladas” como alienígenas o como diablillas que nos invitan a tomarnos una copa en un lounge de Acapulco.
Eso es la obra de Alderete: La década de los 50 (y a veces, de pilón la de los 70). La mayoría de sus obras nos regresan 50 años en el pasado, ya sea por el impacto visual que usan, o por el hecho de tener que recurrir a lentes de tercera dimensión para apreciar la totalidad del trabajo del Doc. Con tipografía californiana veraniega (y de los años 50, no se les olvide), este ilustrador recurrirá a la nostalgia para expresar sus ideas.
¿Pero y de dónde sale el “JUAZ“? De que el trabajo de Alderete es urbano. No se va a ver el trabajo de este señor en las galerías de arte (no se si eso sea bueno o malo), sino que nos tomará por sorpresa al ir caminando por la calle. Ya sea en una pared tapizada con anuncios del Alicia, al entrar a una tienda de discos y ver un disco de surf, o en un poste de luz lleno de esténciles (por que me han tocado ver algunos que usan los diseños de Alderete), el Doc nos sorprenderá con su trabajo playero y fantástico. Podremos ir caminando por una calle sucia, húmeda y oscura (como ciertos pasillos de metro), para de pronto toparnos con un luchador tocando una guitarra en una playa, y así, escapar del tedio de la ciudad para tomarnos una piña colada del brazo de una nenorra extraterrestre mientras vemos tocar a un pulpo la batería al fondo de un perro calavera que surfea.


Y si se lo preguntaban, si, su servidor ya regresó de Oaxaca.

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