Como parte de los festejos de Ibero 90.9, se organizó un concierto del colectivo Nortec en la explanada de la UIA, lleno de luces, humo, música, y un ambiente bastante peculiar…
Pero antes de continuar, quisiera especificar que es Nortec. “Nortec Collective”, es una agrupación de diferentes músicos provenientes del norte de la República Mexicana (específicamente Tijuana) que desde hacía ya varios años (finales de los 80), venían experimentando con la música. Finalmente, cerca de 1999, el movimiento que había estado mezclando música norteña con música electrónica, comienza a cobrar notoriedad entre la gente aquí en México. Así es como después de 8 años, Nortec cobra cada vez más fuerza, fusionando sonidos clásicos de banda con sintetizadores y beats dando como resultado música de primer nivel.
Hace un par de meses, el colectivo se presentó en El Palacio de Bellas Artes en un espectáculo que pocas veces se había montado en tal recinto. Cuando recién me enteré de este suceso, me vi un poco escéptico respecto a la presentación de ese espectáculo en particular en BA. Como breviario cultural, debo mencionar que El Palacio de Bellas Artes tiene la fama de albergar verdaderos espectáculos artísticos tal es el caso de ópera, ballet, teatro y música de cámara. Cuando me enteré de la presentación de Nortec, pensé que tal agrupación no estaba a las alturas del recinto en el cual se estaba presentando, y teniendo como opinión la devaluación del recinto. ¡Oh! Pero la causalidad es azarosa, y ayer al presenciar por un brevísimo espacio de una hora y media a Nortec, no puedo más que reconocer y justificar la presencia del colectivo en el Palacio.
“¿Cómo es asistir a un concierto en el que la música es emitida por lap tops?” Esa es la pregunta que muchas personas se preguntan cuando se habla de conciertos de bandas como “Boards of Canada” o “Kraftwerk”. Pues bien, en el caso de Nortec es toda una experiencia surrealista que te pone en un estado tal, en que se pierde la conciencia de uno mismo. Al comenzar el concierto, estaba sentado en unas escaleras puesto que había tenido un día agotador, por lo que por cerca de 20 minutos no hice más que apreciar el sonido que emitían las bocinas al mismo tiempo que apreciaba el espectáculo visual que monta el colectivo. Aparte de la música, la agrupación presenta un espectáculo visual compuesto por imágenes urbanas de Tijuana, las cuales incluyen bares, cantinas, anuncios y personajes estereotipados de la ciudad fronteriza, todo remezclado con gráficas por computadora e imágenes representativas del colectivo, complementado por un juego de luces de colores y estroboscópicas que hacen la experiencia visual, todo un deleite para el espectador. Hasta este momento, solamente había reconocido la buena calidad multisensorial del espectáculo, y no pasaba de que pensara “que buena música”. No fue sino hasta que me fui a “nivel de pista” donde pude apreciar en su totalidad a Nortec.
Una vez estando de pie, entre una multitud que brincaba al ritmo de la música, y estar rodeado de lo que realmente es la propuesta musical de la “banda”, pude apreciar y disfrutar en su totalidad lo que esta música transmite. Vamos a ponernos emos: Nunca había entendido el significado de “lo que la música transmite” o frases como “déjate llevar por la música”. No fue sino hasta ayer, que pude dejarme contagiar por la vibra que se carga cierto tipo de música. A pesar de mi agotamiento y de que los pies estaban matándome, baile cerca de una hora sin parar al ritmo de los beats de canciones como “Colorado” o “Polaris”. Beats que sinceramente no puedo describir por lo eufórico de la música o de toda la energía que transmiten. Estar a nivel de la pista, con varias decenas de personas igual de contagiadas que yo, y con un estado que solo la música puede propiciar (bueno, y unos chupirules encima =P), estar en el concierto de Nortec ha sido una de las mejores experiencias de mi vida…
Las luces, la música, el humo, el baile, la energía… Todo eso es Nortec, una experiencia más allá de la música, y que demuestra que en México se puede hacer música de calidad, con buenas propuestas. No todo lo que tenga algo de “norteño” apesta.
Tijuana Makes me Happy:
My Space de Nortec.
Pero antes de continuar, quisiera especificar que es Nortec. “Nortec Collective”, es una agrupación de diferentes músicos provenientes del norte de la República Mexicana (específicamente Tijuana) que desde hacía ya varios años (finales de los 80), venían experimentando con la música. Finalmente, cerca de 1999, el movimiento que había estado mezclando música norteña con música electrónica, comienza a cobrar notoriedad entre la gente aquí en México. Así es como después de 8 años, Nortec cobra cada vez más fuerza, fusionando sonidos clásicos de banda con sintetizadores y beats dando como resultado música de primer nivel.
Hace un par de meses, el colectivo se presentó en El Palacio de Bellas Artes en un espectáculo que pocas veces se había montado en tal recinto. Cuando recién me enteré de este suceso, me vi un poco escéptico respecto a la presentación de ese espectáculo en particular en BA. Como breviario cultural, debo mencionar que El Palacio de Bellas Artes tiene la fama de albergar verdaderos espectáculos artísticos tal es el caso de ópera, ballet, teatro y música de cámara. Cuando me enteré de la presentación de Nortec, pensé que tal agrupación no estaba a las alturas del recinto en el cual se estaba presentando, y teniendo como opinión la devaluación del recinto. ¡Oh! Pero la causalidad es azarosa, y ayer al presenciar por un brevísimo espacio de una hora y media a Nortec, no puedo más que reconocer y justificar la presencia del colectivo en el Palacio.
“¿Cómo es asistir a un concierto en el que la música es emitida por lap tops?” Esa es la pregunta que muchas personas se preguntan cuando se habla de conciertos de bandas como “Boards of Canada” o “Kraftwerk”. Pues bien, en el caso de Nortec es toda una experiencia surrealista que te pone en un estado tal, en que se pierde la conciencia de uno mismo. Al comenzar el concierto, estaba sentado en unas escaleras puesto que había tenido un día agotador, por lo que por cerca de 20 minutos no hice más que apreciar el sonido que emitían las bocinas al mismo tiempo que apreciaba el espectáculo visual que monta el colectivo. Aparte de la música, la agrupación presenta un espectáculo visual compuesto por imágenes urbanas de Tijuana, las cuales incluyen bares, cantinas, anuncios y personajes estereotipados de la ciudad fronteriza, todo remezclado con gráficas por computadora e imágenes representativas del colectivo, complementado por un juego de luces de colores y estroboscópicas que hacen la experiencia visual, todo un deleite para el espectador. Hasta este momento, solamente había reconocido la buena calidad multisensorial del espectáculo, y no pasaba de que pensara “que buena música”. No fue sino hasta que me fui a “nivel de pista” donde pude apreciar en su totalidad a Nortec.
Una vez estando de pie, entre una multitud que brincaba al ritmo de la música, y estar rodeado de lo que realmente es la propuesta musical de la “banda”, pude apreciar y disfrutar en su totalidad lo que esta música transmite. Vamos a ponernos emos: Nunca había entendido el significado de “lo que la música transmite” o frases como “déjate llevar por la música”. No fue sino hasta ayer, que pude dejarme contagiar por la vibra que se carga cierto tipo de música. A pesar de mi agotamiento y de que los pies estaban matándome, baile cerca de una hora sin parar al ritmo de los beats de canciones como “Colorado” o “Polaris”. Beats que sinceramente no puedo describir por lo eufórico de la música o de toda la energía que transmiten. Estar a nivel de la pista, con varias decenas de personas igual de contagiadas que yo, y con un estado que solo la música puede propiciar (bueno, y unos chupirules encima =P), estar en el concierto de Nortec ha sido una de las mejores experiencias de mi vida…
Las luces, la música, el humo, el baile, la energía… Todo eso es Nortec, una experiencia más allá de la música, y que demuestra que en México se puede hacer música de calidad, con buenas propuestas. No todo lo que tenga algo de “norteño” apesta.
Tijuana Makes me Happy:
2 comentarios:
Pues felicidades por haber disfrutado del colectivo nortec. En verdad que es una grata sensacion el estar en medio de sus presentaciones y empaparte de todo en conjunto, musica, video, luces, etc.
Ojala y vinieran mas seguido al DF y ojala que esto llegara a mas gente pues hasta el momento, este movimiento sigue siendo un poco excluyente.
Recuerdo el zocalo en el año 2000 donde para celebrar se eligió una cancion de panoptica y tu podias programar desde internet los reflectores que habian alrededor de la plancha en los edificios aledaños. toda una experiencia interactiva que deberia de repetirse. En hora buena para la UI y espero sigan apoyando estos movimientos.
Supongo que aún no estamos preparados para espectáculos de ese tipo... La música electrónica de mayor difusión en nuestro país es el psycho, la música norteña esta catalogado como para "nacos", y aquel que disfruta de espectáculos tecnológicos es tachado de nerd...
Esperemos que se organicen más eventos por estos sureños rumbos. Por lo mientras, podremos verlos en el Vive Latino de este año...
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